miércoles, 8 de octubre de 2008

EL HALCÓN ABEJERO




Aunque aquí en Udías, a todo tipo de rapaz le damos el nombre genérico de "rapapájaros", hoy quiero hablaros concretamente del Halcón Abejero





DISTRIBUCIÓN:
El Halcón Abejero Europeo (Pernis apivorus) cría en el hemisferio Norte. Inverna desde el sur de Europa hasta el sur de África. Muchos de ellos cruzan el Mediterráneo por el estrecho de Gibraltar. Durante los días de mayor concentración es posible ver más de 10 mil de ellos haciendo esta travesía.
HÁBITAT:
En Europa se mantiene en los lugares donde hay árboles; así como bosques despejados. Normalmente se mantiene en tierras bajas, aunque se le documenta hasta los 2000 metros de elevación. Excepto durante las migraciones y cuando duerme, se mantiene solitario y en parejas.
VUELO:
Es de vuelo alto y fuerte. Sube en forma de espiral por las columnas termales. Parte del cortejo consiste en acrobacias (baile) aéreas.
ANIDACIÓN:
Anida en los árboles altos. La pareja defiende el nido. Es posible que use el nido abandonado de los cuervos u otras rapaces. Hace el nido en forma de copa, emplea ramas (secas y verdes) en su construcción. La nidada usual es de dos huevos, pueden ser de uno a tres. La incubación toma unos 37 días (cuando son dos huevos) y es efectuada por los dos padres.
ALIMENTACIÓN:
La alimentación consiste de las colmenas de avispas y abejas. También come otros invertebrados; así como grillos.
DESCRIPCIÓN:
De longitud alcanza de 52 a 60 cm. Las alas tienen una extensión de 125 a 150 cm. El peso oscila de acuerdo a la estación del año y la migración. Los machos pueden pesar de 440 a 940 gramos, es posible que algunos logren el kilogramo. Las hembras, algunos autores estiman que en promedio son un 5% mayor que los machos, pesan entre 450 y 1050 gramos.



LA BERREA


Los meses de septiembre y octubre son los de la época de celo de los ciervos con su particular sonido.

Muchos son los vecinos de Udías que en estos días han marchado o marcharán a pasar la noche en Saja o en la zona de Sejos, e incluso en Líebana, para disfrutar de los sonidos del otoño.

El otoño es tiempo de berrea en las montañas. El berrido del ciervo, o venado, pone los pelos de punta a quien lo escucha, porque se deja sentir como un lamento áspero, profundo y destemplado, que recuerda al mugido de las vacas, con la gran diferencia de que el grito que emiten los venados se propaga a varios kilómetros de distancia, desde el atardecer hasta que afloran las primeras luces del día. De un tiempo a esta parte, esta llamada para marcar el territorio y atraer a las hembras también se ha convertido en un reclamo turístico al que acuden cientos de personas, provistas de prismáticos, mucha paciencia, y deseosas de presenciar en una pradera de cualquiera de los montes de Cantabaria una pelea entre dos machos de poderosas cuernas. En algunos casos, este fenómeno ya se ha convertido en un reclamo turístico con visitas guiadas en grupos reducidos. Esto ocurre en algunos puntos como Sejos. En la zona de Cantabria, la berrea se puede vivir en su máximo esplendor en las la Reserva Nacional del Saja. Sin embargo, este periodo de celo en los ciervos no se encuentra explotado en su parcela más lúdica. Los cazadores sí buscan en este periodo abatir un buen ejemplar de venado ya que es el momento en el que menos precavidos se encuentran.


No es para menos que tantas personas madruguen para conocer este ritual en el que, durante cerca de un mes, hasta mediados de octubre, los ciervos machos se aparean con cuantas hembras forman su rebaño y dirimen sus diferencias con otros ejemplares masculinos que pretenden arrebatarles la primacía sexual exhibiendo sus astas. En estos veinte días, un venado adulto cubre a seis o siete ciervas de manera continuada y el esfuerzo es tan enorme que, en este tiempo, pueden llegar a perder hasta un cuarto de su peso. La climatología también afecta a esta efervescencia sexual; así, el celo cambia en función de la temperatura y la lluvia registrada en los últimos meses, según recoge un reportaje de la agencia Ical. En este periodo de ardor sexual, los ciervos más jóvenes son solo meros espectadores de un espectáculo en el que compiten los machos adultos y fuertes, que han superado los cinco años. Las cuernas se golpean, se produce un entrechocar de las astas, donde no se llega a herir al contrario. Tras varios días de luchas agotadoras, los machos ganadores cubren a las hembras de sus harenes. Después de ocho meses de gestación, darán a luz, en el mes de mayo, a una sola cría. Los cervatillos son miméticos y adoptan diversas posturas con el objeto de pasar desapercibido.


Si el tiempo del celo del venado es la berrea; el del gamo es la ronca, pues emite una especie de ronquido y el del corzo la "ladrá". Esta se puede escuchar de vez en cuando por el monte Corona en los meses de julio y agosto, y al igual que ocurre con el venado, existe una evidencia sonora que informa del estado de los machos de la especie con un ladrido parecido al del perro. Las hembras, eso sí, no parirán hasta la primavera siguiente.

EL GORRIÓN



El gorrión común (Passer domesticus) es un ave pequeña, adaptada al hábitat urbano y muy acostumbrada a vivir cerca del ser humano, hasta el punto de ser la más frecuente y conocida. Se encuentra distribuido por todo el globo, aunque es originario de Eurasia y del Norte de África. Ha sido introducido por el ser humano en el resto de los continentes, a excepción de la Antártida.
100 ejemplares procedentes de Inglaterra fueron soltados en Brooklyn, Nueva York, como control de plagas. Ésta medida fue seguida en otras ciudades de Estados Unidos, donde es conocido como el gorrión inglés para distinguirlo de de los gorriones americanos nativos.
Pueden llegar a vivir 13 años en cautiverio, aunque normalmente pocos llegan a los 7 años en libertad, pero es muy difícil mantenerlos en casa, además de absurdo dada su ausencia de canto o de colorido plumaje. Por eso para disfrutar de su presencia basta con echar algunas miguillas cerca de nuestra casa y aparecerán.



Descripción
Pesa alrededor de 30 g y mide de 14 a 16 cm de longitud, siendo los machos normalmente algo más grandes que las hembras. El gorrión doméstico es de conformación robusta y patas cortas. Su pico es grueso, fuerte y cónico.
El plumaje de la espalda es pardo, con manchas negras y rojizas.
Los machos poseen una mancha negra en forma de corbata que cubre parte del pecho y de la garganta. Su frente, coronilla y nuca son grises Las hembras poseen unos colores más apagados que los machos. Su cabeza es parda y la ceja clara. No poseen el negro en la garganta de los machos.
La cría, conocida como gurriato, es similar en plumaje a la hembra.

Reproducción
Forman parejas monógamas en cada estación de reproducción. Construyen los nidos en primavera, con hojas secas, plumas y restos de papel. Anidan en grietas de edificios, debajo de tejas o en troncos de coníferas. Los huevos son puestos en cualquier momento durante la primavera, pudiendo haber hasta 4 puestas, y en cada puesta 4 o 5 huevos.
Una vez que todos hayan sido depositados tanto el macho como la hembra se encargan de incubar los huevos, turnándose cada pocos minutos. A los 10 días los polluelos rompen el cascarón, y a los 14 ya tienen plumas.
Pueden llegar a ser muy agresivos con otras especies, ocupando o tapando nidos con polluelos recién nacidos.

Comportamiento



Suelen bajar a tierra a buscar comida, caminando a saltos, a diferencia de las palomas que lo hacen dando pasos. Se alimenta de insectos y semillas, aunque también gusta alimentarse de los desperdicios del hombre, dada la cercanía con él. En primavera también puede comer mariposas y flores: Crocus, Aconitum y la flor de primavera (Primula vulgaris) parecen atraer a los gorriones.
Protegen con agresividad el área alrededor del nido, tanto de otras especies como de individuos de su especie. Los machos atacan a otros machos y las hembras hacen lo propio con otras hembras.
En ambientes urbanos, poseen mayor confianza con el hombre que en ambientes rurales. Siempre se encuentra cerca de lugares habitados, ya sean calles, parques o jardines como prados, huertas o granjas.
Es un ave sedentaria.
















EL HAYA

Haya (Fagus sylvatica L.): 9
Familia: Fagáceas
Descripción: Árbol robusto de copa aovada o redondeada que se desprende de la hoja en invierno y puede medir hasta 30 metros de altura. Su corteza es característica por ser muy lisa, de color ceniciento. Típico de las laderas montañosas de toda Europa, sin sequía ni heladas tardías.
En Cantabria ocupa extensas áreas formando masas muy homogéneas: podemos encontrar pequeños rodales incluso por debajo de los 500 metros, alcanzando en altitud los 1700 metros. Se cree que es una especie en expansión, a costa de los robledales gracias a su capacidad para soportar la sombra de otras especies, ralentizada por las prácticas agroganaderas.
Es un árbol muy elegante, utilizado como ornamental. De hecho existen variedades ornamentales, entre las que destaca la var. purpurea, de gran efecto decorativo por las hojas púrpuras. Observaciones: Su nombre vulgar procede de la denominación latina Fagus, que a su vez tiene su origen en la palabra griega phagos: "comilón", en alusión a los nutritivos hayucos, aunque en grandes cantidades resultan tóxicos.
La madera, de grano fino, es muy apreciada y tiene múltiples aplicaciones. El haya es una especie con una gran capacidad de sombreo gracias a sus hojas anchas y ramas horizontales.
Esto, junto a la tendencia a crecer en lugares muy húmedos (pero bien drenados), con frecuentes nieblas, dan a los hayedos un aspecto misterioso tenebroso y lúgubre, que Antonio Machado reflejó en versos como estos: Las hayas son la leyenda. Alguien, en las viejas hayas, leía una historia horrenda de crímenes y batallas ¿Quién ha visto sin temblar un hayedo en un pinar?

LAS MUSARAÑAS

¿QUIÉN NO SE HA QUEDADO ALGUNA VEZ "MIRANDO A LAS MUSARAÑAS?
A veces vemos alguna despistada en nuestras calles y normalmente moribuntan ya que las musarañas, son excesivamente sensibles y presa fácil para nuestros gatos, que los chupan, juegan con ellos y los dejan tirados cerca de nuestras puertas. Para ser tan pequeño la musaraña es uno de los animales más glotones que vais a ver


CARACTERÍSTICAS

La musaraña es un mamífero que pertenece al orden de los insectívoros, aunque en su alimentación también suelen entrar pequeños invertebrados.

Su hocico tiene una prolongación de forma puntiaguda y los ojos son pequeños, su pelaje es corto, muy denso y aterciopelado. Las orejas sobresalen claramente del pelaje. La cola es tan larga como la mitad de la longitud de la cabeza mas el cuerpo y tiene una serie de pelos largos, distribuidos irregularmente, los cuales sobresalen del resto.

El color de su espalda puede ser gris amarronado, pardo o pardo rojizo, y por los costados el color se va degradando hasta llegar al vientre que es color gris. Los jóvenes son completamente grises y los adultos durante el invierno se vuelven más grisáceos y oscuros. La musaraña común mide entre 5,4 y 8,45 cm, a lo que hay que añadir su cola que varía entre los 2,8 y los 5 cm. Su peso puede ir desde los 4,7 hasta los 12 gr.

Posee un total de 28 piezas dentales totalmente blancas, presentando en la mandíbula superior 6 incisivos, 2 colmillos, 2 premolares y 6 muelas, y en la mandíbula inferior, 4 incisivos menos que en la superior.

HÁBITAT
Se adapta a vivir desde el nivel del mar hasta por lo menos los 2.000 metros de altura.

Habita en zonas de matorral, linderos de bosques (encinar, alcornocal, robledal), prados, márgenes de campos de cultivo, jardines y granjas.

Inicia su actividad en el crepúsculo y la desarrolla durante toda la noche, siendo un mamífero de costumbres recatadas y difícil de observar, pero muy abundante. Es característico su acelerado metabolismo, que la obliga a estar en continuo movimiento buscando alimento.

Ubica su guarida bajo troncos caídos, en oquedades construidas por otras especies o entre la vegetación, donde construye una estructura redondeada a base de material herbáceo. Permanece activa también durante el invierno.

ALIMENTACIÓN

Tiene un régimen alimenticio fundamentalmente insectívoro, alimentándose de grillos, saltamontes, mantis religiosas y orugas, llegando a capturar también arañas, caracoles, lombrices, lagartijas e incluso a consumir. Ocasionalmente carroña. Entre los numerosos predadores con que cuenta destacan la lechuza y el cárabo común, la comadreja y el zorro, así como las culebras bastarda y de escalera.

REPRODUCCIÓN:

El periodo de reproducción suele darse en los meses de febrero y septiembre.

La gestación tiene una duración aproximada de entre 27 y 33 días, normalmente menos de 30, y tras ese periodo se produce unos de los 3 o 4 partos anuales en el que pueden nacer entre 2 y 10 crías, siendo más frecuente que nazcan 3 o 4 por camada. Las crías pesan al nacer unos 0,8 y 0,9 gramos. A partir de la semana ya se les puede observar el comportamiento típico de la caravana, en el que se trasladan de un lugar a otro en fila india, sujetándose unos a otros por la base de la cola, formando así una especie de tren o caravana, y permitiéndole a le madre, que va delante, mantener el control de los pequeños. A los 8 o 9 días abrirán por primera vez los ojos, al tiempo que completan el pelaje. Los pequeños continuarán mamando hasta los 20 o 22 días.

Durante este periodo las musarañas son agresivas con los intrusos, y los machos se encargan de defender a las crías. Las jóvenes musarañas serán capaces de
reproducirse al poco tiempo de abandonar el nido, a excepción de las nacidas en la última camada, que deberán esperar al inicio del siguiente periodo de reproducción.

CURIOSIDADES

Es un animal solitario y territorial, aspecto que se ve reducido durante el invierno, en el que pueden formar nidos comunales. Por el contrario, durante la época de reproducción, y sobre todo las hembras, se vuelven mucho más territoriales, y sólo admiten 1 macho en su territorio, cubriendo cada macho varias hembras.
Esta especie no esta sujeta a ningún periodo de hibernación, permaneciendo activa durante todo el año, y desarrollando su actividad tanto de día como de noche, con un periodo máximo de movimiento durante el atardecer y el amanecer.
Su vista es pobre, debiendo desempeñar el sentido del tacto la misión de exploración y detección de alimento.
Entre los animales que se alimentan de la Musaraña Común nos encontramos con las aves de presa, especialmente las nocturnas, el zorro, el gato montés, la gineta, la garduña, el turón, la comadreja, etc.
La Musaraña común emite una especie de chillidos ultrasónicos que son audibles.
Las huellas son difíciles de observar. Los 5 dedos de las cuatro patas dejan huellas separadas, y la cola deja un rastro sinuoso.
Los excrementos son muy oscuros o negros, alargados con los extremos afilados y miden entre 2 y 4 mm de largo por 1 ó 2 de grueso. Suelen estar compuestos por restos de insectos y son depositados sobre piedras o entre la vegetación.

LA MANTIS RELIGIOSA

La mantis religiosa (Mantis religiosa), también llamada santateresa, tatadiós, campamocha, mamboretá, cerbatana, usamico, comepiojos o matapiojos, es un insecto de la familia Mantidae, orden Mantodea. Originaria de sur de Europa, fue introducida en Norteamérica en 1899 en un barco con plantines.
En comparación con otros insectos, su tamaño es mediano, posee un tórax largo y unas antenas delgadas. Tiene unos grandes ojos compuestos en la cabeza la cual puede girar hasta 180º y tres ojos sencillos entre los ojos compuestos. Sus patas anteriores, que mantiene recogidas ante la cabeza en actitud orante, están provistas de fuertes espinas para sujetar las presas de que se alimenta. Es voraz y muy común en lugares cálidos.
Las hembras son mayores que los machos, lo que puede provocar problemas cuando se aparean.
La Mantis religiosa, la especie más representativa de la familia Mantidae en Europa, puede ser verde o parda con distintos matices. El color del medio en el que habita durante su ultima muda (si se trata por ejemplo de paja seca o hierba verde) determina el color del adulto.
El ciclo vital es de un año aproximadamente. Para convertirse en mantis adultas tienen que realizar el proceso de la muda seis veces, para ello se colocan en suspensión hacia abajo y saliendo por la parte anterior de la anterior cutícula se desprenden de la vieja muda.
ALIMENTACIÓN
Para alimentarse, mantiene las patas anteriores juntas mientras espera para atacar, por lo que parece que está rezando. Si otro insecto se posa junto a ella, lo observará girando la cabeza y lanzándose al ataque de inmediato. Sus patas anteriores sujetan a la víctima y la mantis comienza a alimentarse de ella inmediatamente, incluso si su presa sigue luchando para escapar.
Es posible que se coman unas a las otras
REPRODUCCIÓN
En la época de apareamiento la mantis hembra emite feromonas, atrayendo al macho y en esta época cuando sucede el único momento en la que los machos y hembras se reúnen. En esta época las hembras se vuelven muy agresivas y acaban con comerse a su compañero durante o después del apareamiento empezando por la cabeza, aunque este comportamiento está bastante mitificado, ya que, si bien se da con frecuencia en cautiverio, es raro en libertad. La cópula dura 2 horas.
La puesta de los huevos se hace en otoño y en primavera los huevos eclosionarán. Pone sus huevos en montoncitos espumosos (ootecas) que ata a las ramitas. La espuma se endurece pronto, lo que protege los huevos hasta que se abren. Cada saco puede albergar entre 200 y 300 huevos.
LA MANTIS RELIGIOSA NO ES VENENOSA
Este insecto no es venenoso. Utiliza sus fuertes patas delanteras para atrapar a sus presas y devorarlas, por eso suele empezar por la cabeza.
Una mantis puede sostenerse en la mano desnuda pero es preferible que la mantis se suba por su cuenta, sin tratar de forzarla, sólo se debe tener cuidado de no tirarla porque tiene movimientos muy rápidos y repentinos.
LA MANTIS RELIGIOSA ES CAZADORA
Su forma de caza es muy particular, ya que permanece casi inmóvil esperando que su comida pase cerca de ella, para luego atacar con extrema rapidez. Gracias a esto hay un tipo de arte marcial inspirada en ella y en su forma de atacar.
Se puede opinar, en todos los post, no sólo en aquellos "polémicos" que son una ínfima parte en este blog

viernes, 25 de julio de 2008

LA VIBORA

Víbora cantábrica - Vipera seoanei Lataste, 1879
Es una víbora de talla mediana, en comparación con otras víboras europeas, con una cabeza grande y marcada, y con un hocico aplastado o ligeramente levantado. La cola es pequeña y representa entre 10-15% de la talla total (Lataste, 1879; Saint-Girons y Duguy, 1976). Los adultos alcanzan los 75,0 cm de longitud total, pero usualmente varían entre los 45,0 y los 44,0 cm (Braña, 1997). La talla total máxima es de 58,5 cm para un macho de 12-13 años y 66,0 cm para una hembra de 11 años, ambos provenientes de Asturias (Braña, 1997); en Galicia es de 59,0 cm para un macho (Galán y Fernández-Arias, 1993); y en Portugal es de 50,0 cm para un macho (Brito y Álvares, datos no publicados). Es una especie muy polimórfica con una variación individual y geográfica notable (Bea et al., 1984).
Descripción

La escama frontal y las parietales están más o menos fragmentadas. El número de escamas intercantales + intersupraoculares varía entre ocho y 39 (Bea et al., 1984). Presenta dos escamas apicales (raramente puede presentar una o tres), dos escamas cantales, tres o cuatro escamas loreales, de ocho a 10 escamas supralabiales (usualmente nueve), de nueve a 13 escamas infralabiales (usualmente de 10 a 12), y de seis a 12 escamas perioculares (usualmente de nueve a 10) (Schwarz, 1936; Saint-Girons 1978; Bea et al., 1984; Mallow et al., 2003; Brito y Saint-Girons, 2005). Cerca del 50% de los individuos analizados por Braña (1997) tenían una fila de pequeñas escamas entre las escamas perioculares y supralabiales, pero individuos con dos filas son también comunes: el 40% tenía dos filas incompletas y el 10% tenía dos filas completas.
Las escamas dorsales carenadas están dispuestas en 21 filas en medio del cuerpo, pero raramente hay individuos con 19 (1,8% de los casos) o 23 filas (5,4% de los casos) (Saint-Girons y Duguy, 1976). La anchura de las escamas dorsales aumenta en dirección a la cloaca (Mallow et al., 2003). El número de escamas ventrales varía entre 129 y 150, y el número de pares de escamas subcaudales varía entre 24 y 42 (Saint-Girons y Duguy, 1976; Braña, 1978; Bea et al., 1984). La ultraestructura de la cutícula epidérmica de las escamas dorsales (especimenes de Guipúzcoa) presenta arcos transversales simétricos con numerosas fibras paralelas conectadas por puentes transversales (Bea, 1978, 1986).
Las marcas vertebrales y laterales son muy variables, con cuatro patrones distintos (Saint-Girons y Duguy, 1976; Billing, 1983; Braña y Bas, 1983; Bea et al., 1984; Saint-Girons et al., 1986; Brito y Saint-Girons, 2005): (1) en el patrón “Clásico”, que es el más característico, la coloración de fondo dorsal y lateral es beige o gris claro. En el dorso hay una banda longitudinal más oscura con marcas negras alternas u opuestas. Estas pueden formar una banda en zigzag bien desarrollada; (2) en el patrón “Bilineata” la banda longitudinal está separada en dos bandas longitudinales dorsolaterales sobre un fondo frecuentemente negro y uniforme; (3) en el patrón “Cantábrica” hay una reducción o total ausencia de la banda longitudinal. El zigzag dorsal es más estrecho y puede ser interrumpido formando bandas negras transversales sobre un fondo gris; (4) el patrón “Uniforme” se caracteriza por una coloración de fondo gris oscura homogénea sin marcas oscuras en el lado dorsal. Los individuos melánicos son más frecuentes en las áreas de montaña, representando 31% de las poblaciones de los Cantábricos y de la Sierra Cabrera y cerca de 85% de las poblaciones portuguesas de las sierras de Soajo y Peneda (Braña y Bas, 1983; Bea et al., 1984; Saint-Girons et al., 1986; Brito y Álvares, datos no publicados). El lado ventral es menos variable: es gris oscuro o negro con pequeñas manchas blancas en los bordes lateral y posterior de las escamas ventrales. La punta de la cola puede ser amarilla o naranja. El iris es ceniciento oscuro dorado. Las marcas dorsales en la cabeza son dos o tres bandas transversales irregulares entre el hocico y el borde posterior de las parietales y dos bandas oblicuas formando un dibujo en V desconectado.
Dimorfismo sexual
El dicromatismo sexual es reducido (Shine y Madsen, 1994), pero los machos tienen marcas dorsales y laterales menos anchas y más contrastadas que las hembras (Bea et al., 1984). El dimorfismo sexual en la talla también es reducido, pero los machos tienen colas proporcionalmente más largas y anchas (en la parte anterior) que las hembras, representando de media el 13,8% y el 11,3% de la talla total, respectivamente (Saint-Girons y Duguy, 1976; Braña, 1978). En consecuencia, los machos tienen de 32 a 42 pares de escamas subcaudales y las hembras de 24 a 35. El número de escamas ventrales es normalmente mayor en las hembras (132 a 150) que en los machos (120 a 148), pero las diferencias no son significativas en la mayor parte de las poblaciones (Saint-Girons y Duguy, 1976; Saint-Girons, 1978; Braña, 1997).
Datos genéticos y bioquímicos
El cariotipo de los especímenes del País Vasco es 2n = 36, con 16 macrocromosomas y 20 microcromosomas. Los macrocromosomas están constituidos por tres pares grandes (dos metacéntricos y uno submetacéntrico) y cinco pares de menor talla; NF = 50 (Saint-Girons y Duguy, 1976; Saint-Girons, 1977). Los híbridos entre V. seoanei y V. aspis (2n = 42) tienen 2n = 39 cromosomas, con 19 macrocromosomas y 20 microcromosomas (Saint-Girons, 1990a, b).
Los criterios para la identificación y la talla de los tipos celulares básicos de la línea germinal de los machos se presentan en Arrayago y Bea (1986).
Proteínogramas del veneno por electroforesis muestran reducidas diferencias interpoblacionales (Detrait et al., 1990). Por el contrario, la toxicidad del veneno es muy variable (Detrait y Saint-Girons, 1986; Detrait et al., 1990): en las poblaciones del País Vasco y áreas costeras de Cantabria el nivel de toxicidad es reducido (Dosis letal en 50% por 20g ratones: LD=23,1 a 23,6 mg), pero en poblaciones de V. seoanei cantabrica la toxicidad es alta y uniforme (LD-50: 6,9 a 9,9mg). Las poblaciones de Asturias oriental e Cantabria occidental presentan características intermedias (Saint-Girons et al., 1986). Análisis inmunoelectroforéticos muestran que los porcentajes de antigénicos comunes en los venenos de V. berus y V. aspis son muy altos para V. s. seoanei (70,6% y 64,7%, respectivamente) y V. s. cantabrica (76,5% para ambas especies) (Saint-Girons y Detrait, 1978). González (1982) reporta un total de 23 envenenamientos por mordedura de V. seoanei para España entre 1965 y 1980.
Variación geográfica
Fue descrita inicialmente como Vipera berus seoanei por Lataste en 1879, pero marcadas diferencias en la morfología externa permitieron su clasificación al nivel específico (Duguy y Saint-Girons, 1976; Saint-Girons y Duguy, 1976). Dos subespecies se reconocen actualmente y están separadas por áreas de introgresión secundaria, donde individuos morfológicamente distintos y intermedios pueden ser hallados juntos (Bea et al., 1984):
Vipera seoanei seoanei Lataste, 1879
La subespecie nominal se caracteriza por un reducido número de escamas ventrales (machos: 137,3 ± 3,0; hembras: 137,9 ± 3,3). Es muy polimórfica, con importantes variaciones en el patrón de coloración (incluye los patrones “Clásico”, “Uniforme”, “Bilineata” y melanismo), en el nivel de fragmentación de las escamas cefálicas y en la toxicidad del veneno. En las poblaciones del País Vasco, Cantabria y áreas costeras y centrales de Asturias, las escamas cefálicas están poco fragmentadas (16,67 ± 4,01 escamas intercantales y intersupraoculares), los individuos tienen frecuentemente el patrón de coloración “Clásico”, y el veneno es menos tóxico (Bea et al., 1984; Saint-Girons et al., 1986; Detrait et al., 1990). En las poblaciones de Galicia las escamas cefálicas están más fragmentadas (22,34 ± 5,72 escamas intercantales y intersupraoculares) y el patrón de coloración “Clásico” es menos frecuente (Braña y Bas, 1983; Bea et al., 1984). En los Picos de Europa hay una elevada proporción de individuos con los patrones de coloración “Bilineata” y “Uniforme” y la toxicidad del veneno es intermedia con la subespecie V. seoanei cantabrica (Bea et al., 1984; Detrait et al., 1990).
Terra typica: Descrita por habitar “in montibus Gallaecorum et Cantabrorum”. Mertens y Muller (1928) restringieron la terra typica a Cabañas, provincia de La Coruña, en base a ejemplares de la colección de Lataste depositados en el British Museum of Natural History (Londres). Sintipos: BM 1946.1.21.44-45 (Mc Diarmid et al., 1999).
Vipera seoanei cantabrica Braña y Bas, 1983
Esta subespecie presenta un número elevado de escamas ventrales (machos: 141,7 ± 3,0; hembras: 143,9 ± 3,5), las escamas cefálicas son muy fragmentadas (24,5 ± 6,65 escamas intercantales y intersupraoculares), el padrón de coloración más característico es el “Cantábrico” y el veneno presenta niveles elevados de toxicidad. Se encuentra en el norte de León, en el área sudoeste de los Picos de Europa, y en las montañas de Galicia oriental y sudoeste de Asturias (Braña y Bas, 1983; Bea et al., 1984; Detrait et al., 1990; Balado et al., 1995).
Terra typica: El holotipo proviene de Faro, Laurel, provincia de Lugo, y está depositado en la colección de la Sociedad de Ciencias Aranzadi (San Sebastián) con el número 456. Las poblaciones características de esta subespecie están en “la zona leonesa de la Cordillera y precordillera Cantábrica al suroeste de Picos de Europa, alcanzando la Sierra de Caurel y el Macizo Trevinca-Cabrera a través de Ancares-Muniellos-Degaña y Mtes. de León, respectivamente” (Braña y Bas, 1983).