sábado, 26 de abril de 2008

LA ARDILLA ROJA

Dicen que hace muchos años una ardilla podía cruzar España de norte a sur, sin tocar el suelo. Hoy sería difícil que una ardilla del monte Corona, hiciese tal trayecto, por dos cosas: No hay suficientes árboles y segundo, porque es bastante difícil ver una de ellas por Corona.
Ver una ardilla, sigue siendo hoy una fiesta y casi un símbolo de buena suerte, y gracias a Dios, los tiempos en que veíamos una ardilla disecada en el salón de cada casa, pasó de moda.
Recuerdo una noticia en el periódico hace unos treinta años. Hablaba de que en el monte Corona, en el primer árbol al lado de la carretera (justo balo las escuelas de La Hayuela) había anidado una ardilla. Gran noticia, sí, pero una idiotez publicar eso en un periódico, pues las ardillas de monte no son tan confiadas como las de los parques públicos... y más de uno se acercó demasiado a mirar aquél nido.


La ardilla roja es una de las especies de ardilla más extendidas por los bosques de Europa. Su cuerpo mide entre 20 y 30 cm. y su cola entre 15 y 25 cm. Su pelaje es de color rojizo. Cuando llega el invierno aparecen unos penachos de pelos en las orejas. En sus patas anteriores ó manos tiene cuatro dedos mientras que en las posteriores tiene cinco.
Pesa de 250 a 340 g. No presentan diformismo sexual.
Es habitante habitual de los bosques de coniferas aunque también esta presente en otras formaciones arboreas. Desarrolla su actividad durante el día buscando y consumiendo frutos, semillas, cortezas e incluso insectos, huevos y aves. No hiberna sino que se mantiene activa consumiendo lo que ha ido almacenando en diferentes oquedades de los árboles y las rocas.
Desarrolla su actividad en los arboles aunque no duda en bajar de ellos para recoger alimento. También nada con soltura

Reproducción y mortalidad

Juveniles
El periodo reproductivo ocurre a fines del invierno, y en verano. Una hembra tiene dos camadas por año, usualmente con tres o cuatro cachorros, excepcionalment seis. La gestación dura 38-39 días. Nacen desvalidos, ciegos, sordos, pesando 10-15 g; su cuerpo se cubre de pelo a los 21 días, ojos y orejas abren después de 3-4 semanas, desarrollan su dentadura a los 42 días. Comienzan a comer sólido a los 40 días, y el destete a las 8-10 semanas.
Los machos detectan las hembras en celo por su olor, y aunque no hay cortejo, y múltiples machos avanzan a una sola hembra fértil, finalmente el macho dominante, usualmente el más grande del grupo, se junta con ella. Machos y hembras se aparean múltiples veces con muchos compañeros. La hembra debe alcanzar un mínimo peso corporal antes de entrar en estro, y la hembra bien pesada produce más crías. Si el alimento escasea, la preñez puede perderse. Típicamente, una hembra produce su primer camada al segundo año.
La expectativa de vida es en promedio de tres años, aunque puede llegar a 7, y 10 en cautiverio. La supervivencia es positivamente vinculada a disponer de semillas en otoño–invierno, el 75-85% de los jóvenes muere durante su primer invierno, y la mortalidad es aproximadamente de 50% para los inviernos subsiguientes.



Se puede opinar, en todos los post, no sólo en aquellos "polémicos" que son una ínfima parte en este blog

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sábado, 12 de abril de 2008

EL JABALÍ


Durante unos años, era casi imposible encontrar Jabalís ( Sus scrofa ) en el Monte Corona y los pocos que aparecían, eran abatidos por algún furtivo, o se trataba de animales domésticos, escapados de algún vecino de los alrededores.


Ahora en los últimos años, el jabalí a vuelto a encontrar su sitio entre nuestros montes y vaga a sus anchas a lo largo y ancho de todo el Monte Corona, e incluso en las zonas de las minas.



El aspecto del jabalí es similar al del cerdo, con el cuerpo macizo y robusto y las patas fuertes y cortas, al igual que el cuello y la cola, aunque ésta no se enrosca como la del cerdo. La cabeza es grande y se alarga hacia el morro, la jeta, que remata en un hocico plano. En los machos adultos sobresalen dos grandes caninos inferiores que se denominan colmillos o navajas. Su cuerpo aparece recubierto de fuertes cerdas de color pardo oscuro, bajo las que asoma una capa de espesa borra. El conjunto da una tonalidad muy oscura, casi negra, aunque es variable dependiendo de los individuos y de la edad.
Las crías, aquí conocidas como "rallones", presentan unas bandas blancas en el lomo y los laterales que les sirven para camuflarse y han dado lugar al apelativo de rayones con que se las conoce. En torno a los seis meses, dichas bandas blancas desaparecen y los jóvenes adquieren un tono rojizo homogéneo, pasando a ser denominados bermejos. Su capacidad de adaptación a todo tipo de terrenos le permite habitar áreas boscosas o de matorral en las que refugiarse durante el día. La dieta es omnívora e increíblemente variada, pues, aunque consuma gran cantidad de raíces suculentas y frutos secos, come también insectos, gusanos, roedores, carroña e incluso basuras. Su fino olfato le permite detectar el alimento bajo el suelo, revolviendo entonces la tierra con los colmillos hasta alcanzarlo. De costumbres nocturnas se mantiene activo desde el atardecer al amanecer y descansa durante el día refugiado en áreas de denso matorral. El macho generalmente lleva vida solitaria, mientras que la hembra permanece con las crías formando una piara, que en ocasiones puede integrar varios grupos familiares. Machos y hembras sólo se unen durante la época de celo, que tiene lugar entre los meses de noviembre y diciembre. Cada macho puede cubrir a varias hembras de la misma o diferentes piaras, produciéndose violentas peleas cuando se da la coincidencia de varios machos. Tras la gestación, que dura cuatro meses, la hembra pare entre dos y seis crías, dependiendo de la edad y peso de la madre. Si las condiciones climáticas son buenas y el alimento abundante, el celo puede adelantarse al mes de septiembre y los partos a enero. En ocasiones se detectan incluso celos primaverales que dan lugar a partos en el mes de agosto. Los rayones maman durante tres o cuatro meses. Los machos suelen abandonar el grupo al año de edad, realizando entonces traslados de hasta cincuenta kilómetros, que permiten la renovación e intercambio genético entre poblaciones alejadas. Las hembras suelen permanecer con la madre, formando piaras familiares que integran varias generaciones y son lideradas por la hembra de mayor edad.
La abundancia del jabalí hace que su actividad sea claramente visible en cualquier área arbolada de La Rioja. Especialmente evidentes son las huellas de su actividad excavadora, fozaduras, en prados, pastizales o cultivos y las señales en los charcos a donde acude a desparasitarse, restregándose en el barro. La cuantía de los daños a la agricultura hace necesarias medidas de control poblacional más eficaces que el incremento en la presión cinegética, medidas que pasan también por la protección de los cultivos más sensibles mediante cercas eléctricas o mecanismos similares. El incremento de la población de jabalí parece relacionarse con el sustancial abandono del campo por parte de la población rural y la reducción de tierras de labor que ello conlleva, transformadas paulatinamente en áreas de matorral utilizables por la especie. A dicho incremento contribuye sin duda la extraordinaria tasa reproductiva del animal y la escasez de predadores naturales.



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sábado, 5 de abril de 2008

LAS MAYUETAS (MAETAS)

En Udías, les llamamos Mayuetas o maetas. Crecen en los lugares húmedos, sobretodo en las cunetas, o a los pies de los árboles y cerca del río Súvia.


La frutilla silvestre o fresa salvaje es una planta herbácea perenne, de la familia de las rosáceas, que crece comúnmente en bosques ralos y en los claros. No es la variedad silvestre del fresón o frutilla ananá (Fragaria x ananassa), la variedad más consumida actualmente, sino una especie completamente independiente. Fue la preferida en Europa desde la Antigüedad, y desde el siglo XIV se emprendió su cultivo organizado, que sólo cedió ante el desarrollo de híbridos de variedades americanas de fruto más grande. Su sabor es, sin embargo, más intenso, y algunos gourmets la prefieren.

F. vesca es una planta vivaz, siempreviva, estolonífera, cuyos tallos alcanzan unos 20 cm de altura. Presenta una roseta basal de donde surgen las hojas, trifoliadas, y los tallos florales, ambos de la misma longitud. Los peciolos de las hojas son pilosos. Cada uno soporta una hoja compuesta con tres foliolos ovales dentados. Estos son verde brillantes por el haz; más pálidos por el envés, que manifiesta una nervadura muy destacada y una gran pilosidad. De la roseta basal surgen también otro tipo de tallos rastreros —estolones— que producen raíces adventicias de donde nacerán eventualmente otras plantas, aunque en F. vesca este tipo de brote es menos frecuente que en otras especies del mismo género.

Los tallos florales no presentan hojas. En su extremo aparecen entre abril y junio las flores, no más de cinco, blancas, de cinco pétalos blancos, cinco sépalos y una veintena de estambres amarillos y alto contenido en polen; la planta es hermafrodita, colocándose las flores femeninas más altas que las masculinas para prevenir la autopolinización. El agente polinizador más habitual son los insectos, en especial abejas y dípteros; varias especies de hormigas se alimentan a veces del néctar de la flor, aunque sin contribuir a la polinización.

El fruto, que conocemos como "fresa", es en realidad un engrosamiento del receptáculo floral, siendo los puntitos que hay sobre ella los auténticos frutos, aquenios de alrededor de 1 mm de diámetro. Es un eterio de color rojo, dulce y aromático, que concentra los nutrientes del tallo floral, que se decolora y adelgaza a medida que el eterio aumenta de tamaño.


Modernamente se la aprecia como planta medicinal; es rica en taninos, por lo que se utiliza como astringente. La decocción de las hojas se emplea para la anemia y las afecciones hepáticas. Mezclada con hojas de menta piperina (Mentha x piperita) se empleaba como lavaje antiséptico para la ropa blanca. También se empleó la decocción para tratar la gota; se cuenta que Linneo se curó de la afección con un tratamiento a base de te de fresa salvaje.