domingo, 23 de diciembre de 2007

El caracol de Quimper


Udías, cuyo slogan recordamos que es el mismo que Asturias PARAISO NATURAL, puede sentirse orgulloso de mantener aún algunos ejemplares de especies protegidas o en peligro de extinción. Hoy quiero hablaros de un animal ciertamente exclusivo en estas zonas. Se trata del caracol de Quimper.
Este animal, es un caracol terrestre con concha delgada, lisa y reluciente, de color marrón claro y tonalidades grisáceas, con la espiral hundida y la última vuelta muy sobresaliente. Tiene unas franjas más claras, casi blancas, que señalan las interrupciones de crecimientos anteriores. Las conchas de los ejemplares juveniles tienen “pelos” cortos caedizo. El manto o repliegue cutáneo de la parte central del cuerpo blando, entre la cabeza y el pie, tiene manchas pigmentarias dispersas pardinegras.
Son hermafroditas y ovíparos; suelen poner los huevos en pequeños agujeros practicados en la tierra. Los individuos jóvenes eclosionan ya formados. Viven entre 2 y 3 años, y son herbívoros.Especie exclusiva de zonas de clima oceánico y atlántico, siempre asociada a bosques umbrosos de robles y hayas, hasta 1.600 m de altitud, en suelos con abundancia de hojarasca y musgos. Necesita mucha humedad ambiental para vivir.
En Europa tan sólo habita en Bretaña y en el norte de la Península Ibérica, habiéndose extinguido recientemente en el sudoeste de Francia. En España se distribuye por la cornisa cantábrica, especialmente en las áreas de menor altitud e incluso costeras; montes vascos, y en lugares muy puntuales del Sistema Ibérico septentrional. En La Rioja ha sido localizada puntualmente en algunos hayedos húmedos de las sierras de La Demanda, Cebollera y Cameros, siendo esta una de las poblaciones más meridionales de Europa. En Cantabria sólo se ha localizado en el Monte Dobra y aquí en Údías. Concretamente se han hallado cáscaras en los castaños de los Coborros, pero también alunos afortunados han conseguido verlo en la zona de las minas.
Problemática propia de las poblaciones reducidas; los riesgos naturales no parecen graves, pero cualquier pequeña alteración de su hábitat, como incendios, actividades ganaderas intensivas, infraestructuras de montaña (estaciones de esquí, pistas forestales), montañismo y senderismo abusivo, puede poner en peligro la supervivencia de esta especie en Cantabria y en toda Europa, debido a la escasez de individuos, su carácter relíctico y el aislamiento de sus poblaciones.


Figura en la Lista Roja de la Unión Europea y está considerada por la Directiva de Hábitats especie “de interés prioritario” que requiere la designación de zonas especiales de conservación y cuya recolección está estrictamente prohibida, salvo autorización expresa para fines científicos. También está incluida en el apéndice II del Convenio de Berna.

Parece que un simple caracolillo, no tiene mucha importancia, pero tal vez no haya otro bicho más raro por estos lugares.

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